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Las peores 4 vergüenzas que viví cuando no sabía inglés

Siempre postergué aprender inglés porque me daba vergüenza tener que hablar en voz alta (y muy probablemente equivocarme) frente a los profesores y demás compañeros del salón de clases. Lo aplacé lo más que pude… hasta que comencé a quedar atrapada en situaciones embarazosas precisamente por no saber el idioma.

Fueron tantas que siento que podría escribir un libro, pero las peores de todas son inigualables ¡me sonrojo solo de recordarlas!:

1.- ¿Dónde está el “Jospital”?:

Mas de una vez se me acercó un extranjero en la calle para pedir direcciones, en un inglés muy fluido y yo sin entender absolutamente nada.

En una ocasión se dirigió a mí un turista perdido en pleno San José. A lo que medio entendí, me estaba solicitando instrucciones para llegar a su hostal. El único punto referencial que podía darle era el Hospital, pero por más que trataba de explicarle la dirección exacta no entendía, solo repetía “¿Jostal, where?” tuve que llevarle mediante señales, casi como los monos llevándole de la mano.

2.- Cartoon y Cartón no son lo mismo:

La fiesta de disfraces de Thomas, mi amigo de intercambio canadiense fue lo peor. Las hermosas tarjetas de invitación fueron escritas en su idioma natal, en un gesto

de su familia anfitriona (los padres de mi mejor amiga) para hacerlo sentir como en casa durante su cumpleaños en Costa Rica. Cerraban con un “dress up as a cartoon”.

Claramente pregunté qué significaba dress up, por qué cartoon en mi mente estaba claro. Lo encontré raro, pero tal vez buscaban premiar al más creativo. El día de la reunión llegué vestida como una gran caja de zapatos, toda hecha en cartón; mientras todos los demás estaban disfrazados de hermosos personajes de caricatura. Incluyendo a una exótica Betty Boop.

3.- Bussiness no existe:

Para pagar mis estudios universitarios decidí trabajar en un call center. Aunque técnicamente todo sería en español, un supervisor llamó a varias personas que tenían posibilidades de ascenso (entre ellas yo) para hacer una leve prueba que evaluara nuestras destrezas en el idioma inglés y otras áreas de conocimiento. A los más aventajados les darían un curso intensivo para ocupar unas vacantes.

Conozco algo de inglés, cuestiones muy básicas, pero entre los nervios, el estrés y lo imprevisto de todo terminé haciendo un desastre. Solo había una pregunta de desarrollo sobre por qué deseaba estar en la empresa, lo demás era selección simple. Tan baja era mi destreza que terminé escribiendo la palabra business con doble s en el lugar inadecuado. Encontré la manera de escribirla 4 veces mal en una sola oración.

4.- La comida no tiene idioma:

Tras una maratónica jornada de visitas turísticas en Estados Unidos, quedé alejado de los miembros de mi grupo de viajes. Entre las fotos y lo novedoso del paisaje, nos dispersamos todos. Decidí regresar al punto en el que nos vimos por última vez, la plaza central. Estaba muerta de hambre y aunque había muchos locales de comida, no tenía la menor idea de cómo pedir.

Esperé por horas, mientras los otros regresaban de sus rutas. Pero nada. Cayó la noche y seguía allí. Me atreví a entrar a un lugar de comida rápida cercano, llamada por el olor de la comida y una gran sed que se había sumado al hambre de antes. Y ahí estaba yo frente a la cajera, incapaz de pedir nada, señalando a los anuncios de la cartelera y nada que me entendía.

¡Ha sido la peor vergüenza de mi vida! Las personas se habían acumulado y justo cuando pensaba en retirarme, un buen samaritano entendió lo que pasaba e hizo un pedido por mí, pero ni se acercaba a lo que realmente quería.

De más está decir que al volver a mi país me inscribí en el programa intensivo del Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Gracias a la alianza con National Geographic Learning he tenido acceso a contenidos de primera calidad, provenientes de todo el mundo. Sus excelentes docentes han hecho que me vuelva

la confianza, por lo que he logrado expandir mis horizontes e incluso ampliar mis oportunidades laborales y personales. ¡Logralo vos también! Contactalos aquí.