Hablar inglés, la nueva herramienta de empoderamiento global

Por: Fabián Corrales Gutiérrez

Director Programa Oi2 de Cualitek-Empresario Social-Docente de Inglés

Cada vez más estamos rodeados de situaciones en la vida que nos invitan al desafío y al reto de demostrar nuestras capacidades, y las exigencias de la globalización nos ponen a prueba en nuestros entornos, tanto sociales como personales.

         Cuando se nace, nadie tiene un mapa con aquellas que nos harán resaltar. Las aptitudes pueden variar, desde los intereses hasta las proyecciones de vida, todo es una constante evolución, pero sin duda alguna, tenemos algo que unifica al ser humano: su capacidad de expresar con códigos lingüísticos desde sentimientos hasta pensamientos.

         Es entonces esa aptitud la que predomina sobre muchas otras, ya que el contacto humano se vuelve transcendental cuando logramos comunicarnos con otros, pero ésta requiere de una actitud emprendedora, pues aprender a hablar (así como leer o escribir), incluso la lengua de señas requiere de un aprendizaje “prueba y error” para desenvolvernos mejor. De allí que aprender idiomas se transforme en un empoderamiento global y no en una mera competencia lingüística.

         Para poder comprender este contexto, tomemos el caso de las personas con discapacidad, y no solo en el ámbito regional-nacional, sino también en otros países de todos los continentes. Dentro de muchos planes curriculares académicos, las personas con discapacidad acceden por lo general a cursos en su lengua nativa y al aprendizaje de ésta únicamente; más allá de eso, el sistema considera que no es necesario involucrar didácticas en inglés u otros idiomas.

         Sin embargo, se ha podido demostrar que una persona con discapacidad que domine un segundo o hasta un tercer idioma logra entre muchas cosas, aprovechar ese aprendizaje para empoderarse a sí misma como un ser autónomo y de capacidad y no de discapacidad, haga uso o no del idioma con frecuencia.

Esto puede entenderse como un cambio en su mentalidad de verse superar sus limitaciones porque para aprender un idioma, además de lo fundamental que es la pedagogía-sensibilización docente, esto es apenas un 50% del trabajo, el otro 50% viene de la misma persona y qué tan empoderada se encuentra emocionalmente y personalmente. Lejos de su condición de discapacidad, género, raza, cultura, el aprendizaje de un idioma se ha definido como el empoderamiento global más importante de los últimos años, no las competencias profesionales o clases sociales.

 Seguidamente de esto, podemos tocar el tema de niños migrantes o refugiados, algo que cada día es más frecuente. El aprendizaje de un idioma les ha permitido fortalecerse para las realidades en las que deben convivir; por medio de este aprendizaje han logrado hacer más llevadera sus condiciones de vida y percepción de sí mismos como seres humanos integrales en la sociedad y no como seres de lástima.

Puede que estas personas no necesiten hablar el idioma aprendido las 24 horas, pero día a día llevan por dentro un alto grado de inteligencia emocional, así como de actitudes proactivas ante cualquier situación de la vida, es entonces ese empoderamiento global el que permite que seamos quienes seamos, estemos donde estemos, superemos los límites y derribemos las barreras porque el aprendizaje de idiomas es un gran poder.